Juan Ramón Rallo ha contestado mi crítica anterior, y trata de confirmar su idea de que la propiedad no es una ficción, pero que el Estado sí lo es.
Para empezar diré que tiene razón sobre la concepción estrecha de la naturaleza humana que planteo en mi post anterior. De hecho me gusta más la concepción praxeológica que presenta Rallo, por ser mas intuitiva, atemporal y universal.
Reconociendo esto, sin embargo, no puedo llegar a la conclusión de que la propiedad tiene una existencia objetiva o es un derecho natural. La institución de la propiedad puede servir a los fines del individuo, pero también puede servir a estos fines despojar a otra persona de sus posesiones. De hecho -para servir a sus fines- la mayoría de las personas están de acuerdo con la necesidad de la existencia del Estado, y no solo de un Estado mínimo, sino de un Estado del Bienestar.
Para Rallo, la propiedad se da siempre que hay un decisor último, independientemente de la existencia de instituciones jurídicas. Pero aquí estamos en un profundo desacuerdo. Para poner el ejemplo de Rallo: si A tiene un lingote de oro y B se lo quita, B actúa como decisor último; pero (añado) si luego B es despojado por C, este último actúa como decisor último. ¿De quien es la propiedad? En la ausencia de instituciones jurídicas es de nadie, lo único que hay es posesión y usufructo.[1] (Claro que yo no defiendo una sociedad de ese tipo, las ficciones jurídicas son útiles, pero ficciones al fin.)
Y ahora, volviendo sobre la concepción del Estado de Bastiat: parece ser que Bastiat no era anarcocapitalista, y su ensayo sobre el Estado es muy entretenido, pero puede que haya mucha exageración de tipo retórico en él.
Bastiat hace su blanco de una frase de la constitución francesa que decía:"Francia se constituye en República para? llamar a todos los ciudadanos a un grado siempre más elevado de moralidad, de luz y de bienestar." Sin embargo se refiere en forma elogiosa a la constitución estadounidense que reza: "Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, para formar una unión más perfecta, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad interior, proveer a la defensa común, acrecentar el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad a nosotros mismos y a nuestra posteridad, decretamos, etc." Así pues, da la impresión de que Bastiat cae en la ficción estatista de la que habla Rallo.
Rallo dirá que el Estado no es necesario, que las fallas del mercado no existen; pero Bastiat todavía no conocía la defensa teórica de la sociedad sin Estado que tenemos ahora (la cual es muuuyyy debatible), es razonable suponer que permaneció agnóstico sobre la necesidad de por lo menos un Estado mínimo. (O quien sabe, tal vez estaría a favor de un poco de redistribución).
Sea lo que fuere lo que pensaban aquellas gentes en Francia, es cierto que bajo el populismo todavía hay personas que creen que el Estado tiene alguna especie de varita mágica para dar más de lo que recibe en impuestos; pero la mayoría de los que hoy defienden la necesidad de la justicia social más hablan de redistribuir de los que tienen más a los que tienen menos. Por lo que la "ilusión estatista" de la que hablaba Bastiat no tiene mayor importancia hoy en día, al menos entre la gente instruida.
Notas
[1] Las instituciones jurídicas también podrían existir en una supuesta sociedad sin Estado.
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