El caso de Terri Schiavo es otra manipulación mediática. No podía uno ver CNN sin que cada 15 minutos apareciera la imagen de esta señora en estado vegetal. Como resultado, hubo una corriente de simpatía inmerecida a esa semi-persona que afortunadamente dejó de existir, por que ya me tenía harto ese melodramita cursi.
No hay que ir a Estados Unidos para encontrar personas susceptibles de compasión. Lo que vimos en los medios fue utilizar el caso Terri para impulsar la agenda política-ideológica de diversos grupos que la utilizaron de "rehén informativo". Y mientras se hablaba de esto, hay otras noticias mundiales que pasaron a segundo plano para darle cobertura a la historia melosa del momento.
Y nunca faltan personas que quieran mostrar su gran sentido de la moral y de la "justa indignación" al opinar sobre un tema de moda. Tan es así, que hubieron personas desmayadas y deprimidas al darse a conocer la muerte de este vegetal humano, como si hubiera sido un familiar cercano. Esto se da en ambos extremos del debate, todos quieren mostrar compasión y simpatía mayor que los que tienen su opinión en el otro extremo. Patético. Si nos quebramos cada vez que le sucede algo malo a alguien no habría lugar para disfrutar la vida.
Nunca falta el cliché de que "Solo Dios puede decidir la vida o la muerte de una persona". Pues tengo una noticia para estos hipócritas: nuestros gobernantes toman decisiones que afectan la vida de miles de personas sin que los hipócritas religiosos de mierda armen un gran escándalo. Por ejemplo: la aprobación de un Tratado de Libre Comercio con potencial negativo para la economía del país no provocó las reacciones melosas del caso Terri en E.E.U.U., o los miles de jóvenes ejecutados en los últimos años en nuestro país en condiciones no esclarecidas. Claramente hay una doble moral aquí.
No oren por el Papa
Ya le tocó el turno a Terri. Ahora esperamos el fin de la vida del Papa. La atención desproporcionada que se le da a la agonía de esta persona puede ser justificada por los católicos, debido a que él se supone el Representante de Dios en la Tierra. Pues bien, de ser así puede arreglárselas con su Jefe Inmediato y ceder el foco de atención a otros acontecimientos mundiales. De todos modos, suceda lo que suceda será la voluntad de Dios, y no hay oración que pueda cambiarlo.
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