El martes me vine de mi pueblo en bus a Tegucigalpa. Una de las molestias de viajar en bus es que desafortunadamente nunca falta el individuo que se pone a dar una charla naturista. Digo desafortunadamente por que cuando viajo prefiero entretenerme con mis propios pensamientos que tener que soportar obligadamente el parloteo de un individuo que no me simpatiza, y que quiere venderme alguna porquería. Este individuo le empieza a hablar a usted sobre nutrición y sobre algunas enfermedades comunes, ofreciendo consejos sobre como vivir una vida más sana. Lo cual sería aceptable si por lo menos se ofreciera un poco de rigurosidad científica.
Pero no. El otro día me tocó escuchar a un tipo que aseguraba que si uno no cagaba tres veces al día estaba mal y debería probar un remedio naturista. Otra vez me causó gracia escuchar a uno de estos señores que proponía como remedio para la ronquera poner una llave debajo de la almohada. Y lo peor es que se creen que le están haciendo un favor a uno con su charla no solicitada, al ofrecer sus consejos sin base científica, por que lamentablemente no falta más de algún pasajero que encuentre muy instructiva la plática y al final compra un libro de los que ofrecen.
Y es que estos señores no se conforman con hacer su exposición sobre su charlatanería y el producto que venden, sino que también se toman el atrevimiento de hacer preguntas personales a los pasajeros. Una pregunta clásica es preguntarle a uno que desayunó, para luego proceder a criticar los malos hábitos de los pasajeros. Y todo esto con la complicidad del conductor, que seguramente ha de recibir una "comisión" por dejar a entrar al vendedor.
De estas experiencias saco un par de lecciones. En primer lugar, el pueblo necesita educación para la salud y la nutrición de parte del Estado, para que los comerciantes de la salud no saquen provecho de la ignorancia de las personas. Y en segundo lugar, esto me hace pensar en la situación económica deprimente de muchas personas, que prefieren recibir consejos de un "naturista" que recibir consulta médica o adquirir literatura y consejos con respaldo científico, por que muchas veces parece resultar más barato hacer su medicina con ingredientes naturales en vez de comprar la medicina en la farmacia.
CategoriaVida
Comentarios