Siempre que asume funciones un nuevo gobierno,las esperanzas de un futuro mejor palpitan en el corazón de las gentes. A pesar de fracaso tras fracaso de los gobiernos de mejorar las condiciones de vida de la población, todavía se espera que este de alguna manera resuelva los problemas. El optimismo vuelve inmune al fracaso repetido.
Pero si nos empeñamos en desechar el auto-engaño, es claro que la democracia no garantiza el aumento de bienestar para las gentes. Así como otros gobiernos han fallado, es de esperar que un nuevo gobierno nos falle también. Esto, que puede sonar a pesimismo, no es sino la expresión de lo que ya muchas veces se ha observado.
En el primer discurso del presidente José Manuel Zelaya se mantienen en pie las contradicciones de su campaña, que busca aumentar el presupuesto del "sector social" al mismo tiempo que reducir los impuestos y los precios de la canasta básica; pero ahora añade otra contradicción que no había mencionado en su campaña, y es que pretende reducir el tamaño del Estado. Don Manuel Zelaya ha dicho explícitamente que él quiere que tengamos "un gobierno pequeño y una nación grande". Sin embargo, el mayor gasto en el "sector social" sugiere más bien la necesidad de lo contrario, de un Estado fuerte y centralizado.
También, en lo que respecta a la conformación de su gabinete de gobierno, nos encontramos con personas de simpatías izquierdistas, junto con otras de tendencia opuesta. Al darnos cuenta de que muchos de los que conforman el nuevo gobierno, ya los hemos visto desempeñarse en gobiernos anteriores, no esperamos que se de un cambio radical, lo que en cierta manera me produce alivio, al pensar que no se harán locos experimentos socialistas.
Don Mel Zelaya también promete remediar el problema de la corrupción estatal, cosa que se viene prometiendo hace tiempo, y que el difunto presidente Carlos Roberto Reina, que se jactaba de liderar una "revolución moral", no pudo cumplir. Si el señor Manuel Zelaya y el Partido Liberal, saben de las acciones de corrupción en el gobierno ¿por que no las han denunciado ante los tribunales?
Estamos a la espera de ver como resolverá estas contradicciones el señor Manuel Zelaya.
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